Una detención rutinaria por venta ambulante ilegal realizada en el barrio de Lavapiés (centro de Madrid), se convirtió este domingo en una revuelta vecinal con pedradas, disparos al aire de la Policía y dos agentes de la Policía Local heridos.
Pasadas las 14h. dos policías que formaban parte del servicio de control rutinario del Rastro de Madrid, intentaron identificar sin éxito a un senegalés que vendía CD y DVD pirata.
El hombre, tras negarse a ser identificado, salió corriendo hacia una calle cercana, momento en el que varias personas que había en la zona criticaron la actuación policial y comenzaron a increpar a los agentes.
Según el Ayuntamiento de Madrid se produjo un intercambio de golpes y alguna pedrada, motivo por el que los policías se vieron obligados a pedir refuerzos, acudiendo al lugar varios agentes antidisturbios.
La tensión llegó hasta tal punto que uno de ellos tuvo que disparar al aire para evitar ser agredido. Al final pudieron efectuar la detención, pero ambos acabaron heridos con diversas contusiones. Otro implicado en la revuelta también fue atendido por los servicios de emergencia del Ayuntamiento de Madrid.
Según un portavoz de la Comisión Legal del 15-M, el número de detenidos en la revuelta asciende a cuatro, extremo que no ha sido confirmado por la Policía. Además, otros testigos han asegurado que la actuación de los agentes fue violenta, y que hasta llegaron a utilizarse descargas eléctricas contra los congregados.
Pasadas las 14h. dos policías que formaban parte del servicio de control rutinario del Rastro de Madrid, intentaron identificar sin éxito a un senegalés que vendía CD y DVD pirata.
El hombre, tras negarse a ser identificado, salió corriendo hacia una calle cercana, momento en el que varias personas que había en la zona criticaron la actuación policial y comenzaron a increpar a los agentes.
Según el Ayuntamiento de Madrid se produjo un intercambio de golpes y alguna pedrada, motivo por el que los policías se vieron obligados a pedir refuerzos, acudiendo al lugar varios agentes antidisturbios.
La tensión llegó hasta tal punto que uno de ellos tuvo que disparar al aire para evitar ser agredido. Al final pudieron efectuar la detención, pero ambos acabaron heridos con diversas contusiones. Otro implicado en la revuelta también fue atendido por los servicios de emergencia del Ayuntamiento de Madrid.
Según un portavoz de la Comisión Legal del 15-M, el número de detenidos en la revuelta asciende a cuatro, extremo que no ha sido confirmado por la Policía. Además, otros testigos han asegurado que la actuación de los agentes fue violenta, y que hasta llegaron a utilizarse descargas eléctricas contra los congregados.
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